Una maravilla a pie de hotel
Hoy queremos contaros una historia diferente. Una historia que, por ubicación, nos queda muy cerca de lugares como el Spa Sagitario Playa y los apartamentos Vista Playa I y II. Pero, por tiempo, tenemos que remontarnos miles de años atrás.
Adentrándonos en la tierra
Una pequeña escalinata baja hacia las entrañas del pinar que sirve de zona verde a nuestro Hotel Spa Sagitario Playa. Es un tramo corto, incluso pareciera que no hay mucho que ver tras la puerta de hierro forjado sobre la que unas letras del mismo material rezan “Cova de S’Aigua”. Sin embargo, en los lugares más escondidos es donde Menorca despliega su máxima belleza. En este caso, en forma de cavernas subterráneas con el único lago visitable de la isla. Son 110 metros de recorrido en los que se pueden observar formaciones geológicas que siguen intactas tras miles de años de invasión humana. Este 2021, la entrada a la cavidad será, por fin, de forma controlada y totalmente divulgativa, con visitas guiadas que explican la historia detrás de la roca. Puedes visitar este enclave único en la isla por un precio de 10€ euros, aunque hay distintas tarifas para niños y mayores de 65 años que puedes comprar aquí.
El origen
Podríamos decir que Menorca es como un queso gruyere, si hablamos de geología. Formada en gran parte por una piedra caliza denominada “marès”, permeable y blanda, el terreno se ve erosionado tanto en superficie como bajo tierra. Aquí es donde entra en juego la espectacular Cova de S’Aigua. Las excavaciones que se han realizado para construir el recorrido ahora visitable, han demostrado que la caverna se usaba ya en la época pre talayótica. Hace, ni más ni menos, unos 4.000 años. Los materiales y restos arqueológicos que se han encontrado así lo demuestran.
Los menorquines han seguido utilizando la Cova de S’Aigu durante toda su historia en la isla. Es por ello que, durante las obras para hacerla visitable, los restos aparecidos son un recorrido por la historia de las distintas culturas que habitaron Menorca. Desde las cerámicas romanas a los materiales púnicos e islámicos. Pasando, también, por materiales mucho más actuales, como desechos de plástico y vidrio, resultado del uso como vertedero que se le dió a la cueva antes de ser cerrada a cal y canto para preservar sus formaciones. Dentro del gran lago, ahora iluminado, se llegó a encontrar una lámpara de bronce de talla inglesa, de cuando los británicos conquistaron Menorca en el siglo XVIII.
La Cova de S’Aigua, en la actualidad
Tras un período de más de 10 años en los que se han llegado a implicar vecinos y comerciantes de la zona de Cala Blanca, las administraciones locales han conseguido volver a abrir las puertas de este tesoro escondido bajo tierra.
No ha sido fácil, pues las obras necesarias para que el recorrido fuera visitable y sostenible con el entorno, han sido delicadas. Además, conscientes de la existencia de otras cuevas cercanas, mucho más grandes y muy bien conservadas, han derivado en proyectos futuros para abrir toda una red de cavernas que ahora permanecen ocultas bajo nuestros pies. Pero que, en un futuro, podrían dotar de más encanto, si cabe, la urbanización de Cala Blanca.